Hace
ya muchos años, no recuerdo cuantos, pero que lo que sí no se me olvida es que
‘que los anuncios había que tragárselos’, sí, sí y sí, pues no había ‘pausa,
TiVo’, ni nada que se le pareciera.
Entonces,
apareció el anuncio del niño del cole, que no sobresalía en nada, que era digámosle un poquín ‘enclenque’, que
creo recordar que al pobre le hacían algunos compañeros la vida imposible;
hasta que un día a la salida de la clase, se presentó ‘su primo de Zumosol’. Bueno, el primo era más cachas, que cualquier
tío que podáis ver en cualquier anuncio. Tenía unos bíceps y tríceps que ya los quisieran todos los que acuden al
gimnasio a crear músculitos. Y eso que
no llevaba tatuajes, pues no se estilaban en aquella época, pues si no, encima
les hubiera impresionado muchísimo más.
Al
ver a su primo ‘cachas’, todos los compañeros cabroncetes de clase, que le
hacían la vida imposible, se ‘cagaban (perdón por la expresión) ante la
venganza de que cualquier cosa que le hicieran el pobre compañero, podía tener
la represalia de su primo, que de enclenque, canijo, tuerto, con gafas,
gordito, tartamudo, etc, etc, etc, no tenía nada. Todo lo contrario. Ni Popeye después de zamparse una lata de
espinacas, tendría nada que hacer ante él.
Todo
esto viene a que resulta que a estas ‘alturas de curso’ me ha salido un
auténtico ‘primo zumosol’. Y digo auténtico, pues no es el de la tele, que no
era primo auténticamente de nadie.
Resulta
que mi primo, es auténtico por donde se mire, pues ambos somos hijos de madres
hermanas. Así que lo es, sin enchufe de
ninguna casa de zumos, batidos o lo que se terciara en aquella época.
Y
hace cuatro días, (creo, más o menos) que me mandó un correo y me llamó vaga…..
Cuando vi la palabra vaga escrita en letra "arial 14", casi me da un soponcio. Llamarme a mí vaga en arial 14, te impresiona, os lo juro, pues se ve gordísima!
Pero
cuando seguí leyendo, tengo que confesar que mi primo querido, tiene más razón
que un santo.
Y
es que me ‘reprochaba’ que cada vez que iba a mirar en ‘argonauta en la pecera’
a ver si había escrito algo nuevo, lo que veía es la foto misma de un tío
haciendo pipí detrás de un árbol desde hace casi tres semanas. Y que ya estaba bien de dejarle allí todo
el rato. Que, aunque fuera prostático,
tantos días y horas no era normal.
Le
contesté la verdad. Mi nuevo trabajo en
la Administración me había hecho tener en mi cabeza tantas miedos, temores del
primer día...; si lo haré bien; si mis compañeros serán majos, etc, que me había
olvidado de que tenía que salir de la pecera de vez en cuando e intentar
sacarle chispa a cualquier situación que me fuera pasando.
Lo
que llevo fatal, pero lo hago muy disciplinada, es el madrugar. El primer día cuando salí y vi todo tan
oscuro tuve que mirar dos veces el reloj para ver si me había equivocado de
hora. Horror: no estaban las calles ni
puestas y todo tan negro e incluso con mucho frío.
Mi
primo me escribió: ‘Pájaro tempranero come gusano’. Cosa que como comprenderéis me animó
muchísimo, pero muchísimo. Quizás, ahora
que no me lee, hubiera preferido el de ‘A quien madruga, Dios le ayuda’. Ese me da más confianza.
También
me confesó que como él se acuesta tarde, se levanta mucho más tarde y que
aunque ‘la pereza es un pecado, la envidia también’. Es decir, que se levanta cuando le apetece y
hace muy bien.
Así
que querido primo, me pongo a ello, prometo que seré más constante. Y que aunque te califiques tú mismo como de
‘viejito, artrítico, osteoporósico, enfisémico, y demás esdrújulas, para mí has
sido mi primo de zumosol. El que me ha
animado ante la adversidad de madrugar, el que valora hasta la última grapita
oxidada que quite de archivador correspondiente para el tema del ‘medio
ambiente’ futuro, y que con sus correos, llenos de agudeza, sabiduría y cariño,
me ha hecho hasta llorar de risa y soltar más de una carcajada.
¡Esto
es un primo y que se quite todo lo demás!!!
Y además, tenemos mi estupenda compañera Ana, y yo, la gran suerte de estar trabajando en el mejor ambiente que me podía imaginar, con unos compañeros de lujo, que nos hacen sentir muy pero que muy bien.
A
ti, querido Miguel Huineman, gracias de nuevo con todo el cariño de esta prima
que va más contenta que unas pascuas a su misión diaria, eso sí con sus chocolatinas
y bocata de media mañana.
Y a la que le
has hecho también ponerse al día con mi querido blog. Vivan los Misoles!!!